Cuidar el alma
Cuidar el alma para cuidar a los demás.
Que el sufrimiento vivido no nos empañe la mirada para ver la vida de color.
Las piedras en tu camino están por una razón, no las desaproveches.
Así es la vida. Ahora te duele el alma, y luego te invade la euforia y las ganas de vivir.
Cuando susurrar las buenas noches se convierte en un ritual, cual rezo vespertino.