Leo en la página web del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, la lista de campañas publicitarias que este ministerio ha emprendido desde el año 2005 hasta la fecha de hoy en lo referente a diferentes problemáticas sociales de nuestro país. Temas que van desde la prevención del consumo de drogas, hasta el uso responsable de los antibióticos, pasando por la preocupación sobre la obesidad infantil. Por supuesto, no falta la campaña “Ante el maltrato, tolerancia cero”, gran eslogan que ha quedado grabado en nuestras mentes desde el 2008. Campaña que hace referencia a luchar contra la violencia de género, gran lacra de nuestra sociedad a nivel mundial.
Tan solo en cuatro de los años de la citada lista, el estado español no ha hecho ninguna campaña para combatir la violencia de género. Los restantes once años, sí lo ha hecho. Podríamos debatir sobre si ha actuado correctamente o no, y justificar nuestros argumentos basados en aspectos tales como la falta de recursos económicos de la administración, los recortes presupuestarios, y un sinfín de razones que el Gobierno se asegura de darnos a la mínima que puede.
La problemática de la violencia de género es suficientemente grave en sí misma como para darle protagonismo cada año, sin excepción. ¿Se trata, pues, de un descuido, que no lo haya hecho? ¿O simplemente desinterés? Ambos serían discutibles.
Ahora bien, lo que es a todas luces una evidencia, es que en todos estos años, este ministerio no ha realizado ni una sola campaña publicitaria para concienciar y abordar la creciente tendencia de violencia filioparental, un problema que, según la Fiscalía General del Estado, ha llevado a abrir 4000 nuevos expedientes en el año 2018 en España.
En la página del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), si hacemos una búsqueda por “Violencia de Género” aparecerán diecinueve páginas con siete entradas cada una sobre este tema. Ahora bien, si la búsqueda es “Violencia Filioparental”, el número de páginas se reduce a la ridícula cifra de 1. Y ni siquiera las entradas son fieles a esta denominación puesto que los títulos son del tipo “Violencia Sexual” y, nuevamente, “Violencia de Género”.
En la página web del INE (Instituto Nacional de Estadística), bajo el apartado de “Sociedad” y dentro del sub-apartado “Seguridad y Justicia”, no hay un solo epígrafe sobre Violencia Filioparental, o incluso Violencia Intrafamiliar, cuando sí lo hay sobre Violencia de Género. Por descontado, sabemos que los casos de víctimas maltratadas por sus cónyuges/parejas supera en número a las víctimas de violencia ascendente (de hijos a padres). Pero de ahí a no hacer ninguna mención siquiera… me parece preocupante, a la vez que triste.
Hay que dar más visibilidad a este problema que afecta a tantísimas familias. Se trata de que todos colaboremos. Por parte de los padres, hablar, no escondernos, denunciar cuando sea preciso. De nada sirve ocultar esta realidad por el hecho de sentir vergüenza, por creernos culpables, por pensar que así protegemos a nuestros hijos. Solo así, las otras partes de esta sociedad podrán llegar a entender mejor el sufrimiento y la necesidad de empezar a trabajar en cómo solucionarlo.