Los padres que sufren este maltrato y violencia continuada se preguntan a menudo qué tratamiento psicológico es el mejor para sus hijos. Pero cada persona y cada caso es diferente, y no podemos generalizar sobre cuál es el mejor tratamiento a seguir. El origen del problema puede no ser el mismo en cada familia. De ahí que haya que analizar cada caso en concreto.
Vayamos por partes.
Empecemos por hacer una brevísima introducción de las principales terapias psicológicas que existen.
- Las psicoterapias psicoanalíticas y dinámicas: se centran en el estudio introspectivo del ser humano. Se basan en aumentar la comprensión de nuestro mundo interno para solucionar nuestros problemas emocionales. Explorando el mundo del paciente, se consigue dar sentido a su situación, sentimientos, creencias, comportamientos y recuerdos. Sus raíces se encuentran principalmente en el enfoque psicoanalítico de Freud.
- Las terapias de tipo humanista: adoptan una visión holística de la existencia humana. Holístico entendido como un todo, donde la persona debe ser analizada en su conjunto, no solo a través de las partes o diferentes aspectos que lo componen. Hay que tener en cuenta los problemas físicos (dolores musculares, dolencias corporales diversas) así como los psicológicos (angustia, depresión…)
- La terapia cognitivo-conductual: basada en el modo de aprender nuevas formas de sentir, pensar (cognitivo) y actuar (conductual).
- Las terapias sistémicas: basadas en el análisis de los problemas de la persona como expresión de un sistema familiar o de pareja que no funciona como debería. La solución pasa por hacer cambios en dicho sistema familiar.
¿Cómo determinar cuál es el tratamiento más apropiado para nuestro hijo/a? Primero cabe la evaluación de un especialista, descartar que no hay ninguna enfermedad mental, la cuál debería ser tratada por un psiquiatra. Los psiquiatras son médicos, y por tanto, los únicos capacitados y autorizados a recetar medicamentos.
Pero en muchísimas ocasiones, los chicos/as con trastornos de conducta no requieren ser medicados puesto que no existe un problema de salud mental. La solución pasa por tratarse con alguna de las anteriores terapias. El mismo psiquiatra puede orientar a la familia cuál de ellas es la más adecuada en cada caso particular. Al igual que un buen profesional de la psicología podría guiarles sobre qué tendencia es la más apropiada.
Lamentablemente, aún hay mucho desconocimiento respecto a la violencia filio-parental, sobre sus causas y las técnicas de intervención a emplear.
En los próximos artículos veremos más sobre los distintos tipos de terapia y las distintas ramificaciones que existen.